El arándano argentino posee innumerables propiedades comparable con otros frutos rojos.Sus formas de consumo son múltiples y cada vez más utilizadas; desde su ingesta como fruta fresca hasta procesada para jugos, mermeladas, batidos, helados e ideales para equilibrar pasteles muy dulces o decorar tortas como cheese cake o similares.
Argentina es un reciente productor de arándanos, no teníamos referencias y había desconocimiento respecto del fruto hasta hace una década atrás. Si bien ya podemos verlo en algunas fruterías, es notable la cantidad destinada al mercado internacional. Más de un 90% se ha exportado durante los últimos cinco años a otros países, especialmente a EE.UU. Y en este año ha llegado a exportar a ese país casi 4 toneladas en tan sólo un mes. Otro mercado con el que se está negociando la entrada de esta fruta de producción nacional sería China, tras una larga serie de acuerdos comerciales que se cerraron recientemente entre el gobierno argentino y el del gigante asiático.
La producción de arándano se centra en Tucumán, Entre Ríos y varias locaciones de Buenos Aires. Algunas de sus variedades son Emerald, Snow Chaser y Star. Las condiciones climáticas de las zonas de plantación son excelentes para un producto de calidad que se expande y consolida.
Son nutritivos, antioxidantes, grandes aliados cardiovasculares y contrarresta infecciones urinarias. Además de las mencionadas propiedades, el arándano tiene cualidades comparables a los antioxidantes que otorga el vino tinto, ayuda a mejorar la memoria, combatir el envejecimiento y tiene la capacidad de hacer aumentan el colesterol bueno (HDL), ideal para la prevención cardíaca. También previene úlceras gástricas y caries. Según especialistas en nutrición al cocinarse el fruto no pierde más del 20% de sus nutrientes.
