Si bien la oferta gastronómica argentina atraviesa muchísimos restaurantes, aquí mencionamos a tres que no sólo son emblema de la comida típica argentina sino que desde su arquitectura, diseño o historia son una invitación a bucear por la identidad de la capital del tango y del asado.
El histórico
Es lugar para descubrir por sus aires místicos y por su arquitectura colonial. Esta casa colonial pertenece a la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), y todavía se puede apreciar en el salón principal, una bibliotecas con mas de 24000 libros, rodeados de antiguas arañas clásicas, un piano vertical donado por el Teatro Colón. El restaurante funciona en varios sectores: un patio andaluz llamado Jorge Luís Borges, para comer al aire libre, con un aljibe en el centro, baldosas blancas y negras; un salón renovado para banquetes privados más reservado, una salón donde predomina una barra para tomar tragos, otro reducto más intimo con sillones, un hogar y clima relajado y por último el gran patio techado, luminoso y amplio con un escenario. Esta casona fue construida a fines del siglo XIX, en el año 1860, y está perfectamente conservada. La estructura de la casa está perfectamente conservada con estilo y elegancia. Un restaurant distinguido en San Telmo para disfrutar de la alta cocina argentina.
El club del progreso
Es otra edificación emblemática de 1852 en pleno centro de Buenos Aires.
Heredero de la tradición de clubes sociales, el restaurante ocupa un solemne salón con boisseries, lámparas con caireles auténticos y detalles de mármol. Con toda la impronta de los años de esplendor de la ciudad porteña sigue destellando ese espíritu. La oferta gastronómica es cocina tradicional porteña y proponeno sólo los más variados platos durante fin de semana sino también menú ejecutivo de lunes a viernes.
Además cuenta con un patio al aire libre, ideal para tardes y noches de verano,donde se pueden degustar los platos más sencillos en un ambiente relajado.
Fervor
A diferencia de los otros dos, Fervor es un restaurante relativamnete nuevo, situado en un barrio clave como Recoleta. Sus platos destacados son amplios, todo lo que respecta a gastronomía porteña, desde pastas hasta carnes variadas son de excelente calidad y elaboración. Su impronta porteña también se refleja en su ambiente, contemporaneo pero con el clásico filetado que identifica muy bien al restaurante del grupo Sotovocce.