Consumida desde épocas precolombinas, la chía fue por 5 mil años uno de los cuatro alimentos básicos –junto con el maíz, el amaranto y los porotos– de las primeras poblaciones de América.Luego, con la influencia hispana, el cultivo disminuyó hasta casi desaparecer. En los últimos años, con la tendencia a la alimentación saludable e incorporación de semillas a la dieta diaria, la chía vuelve a ser fundamental en nuestra región.
En Argentina fue central el el aporte del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) para que muchos productores del NOA vuelvan a esta actividad con agregado de valor en origen y grandes perspectivas económicas.
La creciente demanda mundial y la incorporación local del producto asegura grandes perspectivas económicas.
Fuente de fibra, antioxidantes, calcio, proteínas, ácidos grasos y omega 3 de origen vegetal esta siendo muy apreciada y se ha vuelto de esos desconocidos que progresivamente ganan adeptos, además de sus beneficios respecto a lo saludable de la semilla, es práctica su incorporación en arroces, ensaladas, yogures y platos variados. Además sus aportes son sufcientes con tan solo la ingesta de una cucharada diaria
Esta popular semilla evita el estreñimiento y ayuda en la pérdida de peso, da la sensación de saciedad controlando el apetito y aportando propiedades al sistema digestivo, entre otros.