Por segundo año consecutivo se ha puesto en marcha el “Basque Culinary World Prize 2017”, un premio apoyado por el Gobierno Vasco en el marco de la Estrategia Euskadi-Basque Country. Con este premio, otorgado por la institución académica Basque Culinary Center, se reconoce anualmente a un/a chef que destaca por las iniciativas transformadoras en su cocina.
La convocatoria, abierta hasta el próximo 2 de mayo, está dirigida a cocineros profesionales con una demostrada trayectoria profesional en la cocina, sin importar su cultura culinaria o nacionalidad.
Los candidatos, según se recoge en la web de BCC, tendrán que ser propuestos por profesionales activos del sector gastronómico (chefs, hosteleros, escritores, periodistas o instituciones) que deberán rellenar un formulario exponiendo las razones por las cuales cree que su nominado es merecedor del premio.
Las nominaciones serán estudiadas por dos instancias:
- Un Comité Técnico (grupo de académicos y expertos relacionados con la innovación culinaria, salud, antropología y sustentabilidad)que elegirá a los 20 finalistas. Entre los miembros del Comité se encuentra la reconocida chef Elena Arzak.
- Los miembros del Consejo Internacional del Basque Culinary Center, entre los que se encuentran Ferran Adriá, Joan Roca, Enrique Olvera, Gastón Acurio, Laura Esquivel o Maria Fernanda Di Giacobbe, elegirán de entre los finalistas al ganador del Basque Culinary World Prize el próximo 17 de julio.
El premio (que será entregado en el mes de octubre) está dotado con cien mil euros que se destinarán a un proyecto elegido por el ganador y que “exprese el poder transformador de la cocina”, según se recoge en la página oficial del BCC.
En la edición de 2016 la ganadora fue Maria Fernanda Di Giacobbe, chef venezolana conocida por poner en marcha los proyectos Kakao y Cacao Origen con los que ha creado una red de educación, emprendimiento e investigación en comunidades vulnerables de su país y productoras del cacao.
Joan Roca, presidente del jurado, sostuvo en la entrega del premio que “la ganadora refleja el valor que puede dar la cocina de la ciencia en la conciencia. En torno a un símbolo gastronómico como el caco, articula esfuerzos que inciden positivamente en toda la cadena que involucra el chocolate”.