San Pedro es una localidad vinculada a la producción de cítricos y famosa por sus naranjas.
La fruticultura en esta zona de Buenos Aires fue introducida por los franciscanos, que fueron los primeros en introducir ejemplares de especies cítricas en el la localidad allí por mediados del sigglo XVIII hasta principios del siglo XIX, las escasas quintas con cítricos estaban destinadas al autoconsumo.
Finalizada la Primera Guerra Mundial, sin frutas importadas en el mercado interno, se crean excelentes condiciones para el desarrollo de la fruticultura nacional. Los inmigrantes europeos, provenientes de países donde la fruticultura era considerada como actividad fundamental en sus economías, introducen nuevas técnicas productivas con el objetivo de mejorar el manejo de los frutales existentes.
La llegada de los inmigrantes es considerada como el punto de partida para la consolidación y el desarrollo de la fruticultura en el partido de San Pedro. Desde entonces la producción de frutales se convierte en una característica definitiva y tradicional de la región.
Aunque hay hasta 8 variedades, la naranja de Ombligo de San Pedro es la más destacada. Los cítricos se cultivan desde épocas remotas (más de 4000 años). Sus frutas atrajeron la atención de los pueblos primitivos, que se supone ya las cultivaban mucho tiempo antes de que aparecieran en los países europeos. Se sabe que la apariencia de la fruta y sus flores cautivaron a los primeros viajeros, que no sólo la describieron en sus memorias sino que la llevaron a otras regiones. Las primeras frutas conocidas en Europa hacia 310 (A.C.).