Es un producto originario de Asia que se extendió por los países del Mar Mediterráneo con los griegos. Su popularidad no se hizo esperar, convirtiéndose en un producto indispensable en la cocina de Grecia e Italia. La alcaparra proviene del arbusto Capparis Spinosa al que se le conoce por el nombre de “alcaparrero, alcaparrera o alcaparro”. Este arbusto nace en terrenos áridos y arenosos con poca agua.
Su forma es parecida a la de la aceituna, aunque es más pequeña que esta y de color verde oscuro. Tiene un sabor amargo muy característico.
En sus aplicaciones en la cocina acompaña principalmente platos de pescado, también algunas verduras o ensaladas. Es el ingrediente principal de la “salsa tártara” elaborada con pepinillos en vinagre, mayonesa, cebollas y rábanos.
Por ejemplo, en la cocina italiana y griega, la alcaparra está presente en platos tradicionales como el vitello tonnato, la caponata siciliana, en las pizzas o en el tzatziki.
En lo que respecta a sus propiedades nutricionales, la alcaparra es un ingrediente fundamentalmente rico en agua e hidratos de carbono. Entre sus beneficios para la salud destacan que es antioxidante, diurético, antiinflamatorio y mejora la circulación sanguínea.