La gastronomía de la provincia de Misiones es resultado del legado cultural e histórico y a las tradiciones heredadas de los aborígenes guaraníes, de los padres jesuitas y de las numerosas colonias de inmigrantes y de los países limítrofes. En tierra fértil y clima cálido, la cocina misionera es un símbolo y reflejo de su historia en el que se fusionan colores, aromas y sabores. Identificada con la yerba mate y el té, sus productos son variados.
El Pacú, la sopa paraguaya, el chipá y frutas tropicales, como el mamón, mandarinas, la grosella y la mandioca, son propios de esta provincia cuya gastronomía está en ascenso con el flujo turístico que las Cataratas de Iguazú le otorgan.
El reviro es otra comida de la región. La base es de grasa, harina y aceite. En las poblaciones del noroeste y de la costa del Alto Uruguay encontramos el "feijao preto", que no es otra cosa que un guisado de poroto negro acompañado con arroz y especias que dan característico sabor, compartiendo por proximidad una comida típica del sur de Brasil.
Otro plato regional es el churrasco al espadín, una particular manera de saborera la carne clavada sobre soportes y del cual los comensales van degustando.
Los postres a base de mamón y mandarina son tan variados como solicitado por los turistas en los hoteles y casas regionales.
Como el resto de la región noeroeste de nuestro país, Misiones ofreces una variedad de platos típicos, elaborados con la calma que reina en una tierra de apacible ritmo y admirada belleza, coronada por la tierra rojiza y las maravillosas Cataratas del Iguazú que atraen visitantes de las más diversas latitudes.
