En el foro que dio comienzo a las actividades preliminares de la Segunda Conferencia Mundial de Turismo Enológico, expertos, investigadores y sector público y privado del turismo trabajaron juntos para promover y diseñar el futuro del turismo gastronómico local.
Con las presencias de Yolanda Perdomo, directora del Programa de Miembros Afiliados de la OMT, de Horacio Reppucci, secretario de la Cámara Argentina de Turismo, y de Gabriela Testa, presidenta del Ente Mendoza Turismo, la provincia dio la bienvenida a los miembros afiliados de las Américas de la OMT.
La OMT señala que la gastronomía es considerada estratégica a la hora de que un destino defina su imagen y su marca. En un turismo mundial creciente, muchas veces el patrimonio cultural inmaterial único de una región es el que hace la diferencia. El turismo gastronómico ya no se define sólo por el comer y beber sino que ha evolucionado llevando a esa experiencia turística a adquirir una dimensión cultural. Los sabores de un destino hoy engloban una multitud de prácticas culturales e incorporan en su discurso valores éticos y de sostenibilidad del territorio (el paisaje, el mar, la historia del lugar, los valores y el patrimonio cultural). Además, los valores del turismo actual están impresos intrínsecamente en el turismo gastronómico: el respeto por la cultura, la tradición, la autenticidad y la sostenibilidad.
El turismo gastronómico ofrece además una oportunidad de revitalizar y diversificar de manera constante el turismo, de promover el desarrollo económico local, de involucrar a numerosos y diversos sectores profesionales. En ese sentido, Perdomo resaltó el número de participantes de la reunión y su variedad, ya que se observó la representación de muy diversos sectores, situación considerada crucial para el proyecto que se propone para Mendoza. Destacó el marco de transparencia y legitimidad que ofrece la OMT para llevar adelante un proyecto turístico que transforme y reposicione un destino, dado que además de muchos actores diferentes, es necesario un modelo de gobernanza que permita comercializar esos productos y servicios turísticos innovadores que se generen en el proceso.
A destacar algunas singularidades de Mendoza en materia de turismo gastronómico, Perdomo no dudó al decir “me gusta muchísimo ese binomio bodega–arte que existe en Mendoza. Es muy relevante y se da en muy pocos otros sitios. En todas las bodegas hacen referencia a algún escritor, a un pintor o a sus obras de artes, algunas ofrecen galerías, fomentan el talento pictórico o artístico local, y es algo muy presente”. Luego de resaltar la calidad de nuestras bodegas, hizo hincapié en otro elemento que le pareció extraordinario: “Hay una vertiente que me ha impactado poderosamente y es el conjunto de actividades de responsabilidad social que ya se llevan a cabo por parte de las bodegas. Están presentes en todas, y representan un impacto positivo en la comunidad local. Es muy fácil hacer un proyecto velozmente aquí, porque las bases están sentadas en la propia naturaleza de los mendocinos”.