En ocasiones el arroz blanco nos parece un acompañamiento soso, que no aporta diversión al plato. Y lo relegamos para recetas que tengan salsa para poder mezclarlo y aderezarlo.
Pero existen deliciosas recetas con las que conseguir que el arroz blanco tenga un sabor suave y delicado. Por ejemplo, en Portugal, siempre que probamos el arroz, tiene un regusto a hierbas frescas.
Os compartimos una receta muy sencilla que seguro que a partir de ahora será vuestro acompañamiento preferido.
Ingredientes
- 200 gr de arroz blanco
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Un diente de ajo
- Una cebolla blanca mediana
- Un ramillete de cilantro/culantro
- 2 hojas de laurel
- Sal y una pizca de pimienta negra molida
Elaboración
Picamos muy fino la cebolla y el ajo, y lo freímos en el aceite a fuego medio. Cuando esté muy deshecho, añadimos el cilantro, el laurel y salpimentamos, y removemos, y a continuación añadimos el arroz, y removemo para que se impregne el sabor en los granos durante un minuto.
Añadimos 350 ml de agua tibia y removemos. Dejamos hervir a fuego lento hasta que el arroz esté la punto y haya consumido todo el agua.
Retiramos las hojas de laurel antes de servir y listo.