De las experiencias más destacadas de estas semanas me gustaría compartir con vosotros el ritual de las fiestas de la vendimia mexicanas. Concretamente la suerte me situó el último fin de semana de agosto en la provincia mexicana de Guanajuato, a pocos kilómetros de la pequeña ciudad de Dolores Hidalgo, en la bodega Cuna de Tierra.
Se trata de una zona que ha empezado a explotar sus tierras para vino muy recientemente, las bodegas más antiguas de la zona apenas tienen 12 años. Cuna de Tierra es la más grande de la provincia, y la que por el momento lleva a cabo una mayor producción.
El día de fiesta comienza con la llegada a los viñedos. La extensión es grande, y los colores de las uvas y los tallos hacen un paisaje bello y con aires ya otoñales. La impecable organización del evento, da lugar a pequeños productores de la zona para que muestren sus productos a los visitantes. Quesos, helados, especias, frutas, licores… una maravilla para los amantes de lo orgánico y el trabajo artesanal.
Tras esta manifestación del producto autóctono, unos carros antiguos de caballo recogían a los asistentes para acercarlos al edificio principal de las bodegas; donde se había instalado al lado una gran carpa para acoger la comida de más de 1.500 personas.
El aire modernista de la bodega dejaba descubrir diferentes salas donde se llevaron a cabo talleres de temáticas relacionadas con el vino; como el dirigido por el enólogo de la bodega en el que cada participante podía tomar las variedades de vid de su elección para elaborar su propio caldo.
En la enorme carpa se disponían docenas de mesas; un escenario con música en directo durante toda el día; y por el extremos infinitas mesas con comidas típicas del catering de la chef Susana Palazuelos y su hijo Eduardo. Una exaltación de la comida mexicana tradicional y de los productos de la zona, regados por el vino de Cuna de Tierra.
Tras una jornada muy animada, a última hora de la tarde se produjo el ritual de la pisada de la uva; donde los invitados podían meter sus pies descalzos en los grandes barriles llenos de las primeras uvas recogidas. La fiesta continuó hasta la madrugada amenizada con música.
Una manera preciosa de festejar la llegada de la temporada de vendimia, de despedir el verano en buen ambiente y al aire libre; y sobre todo celebrando la buena gastronomía mexicana en un evento típico.
Aquí podéis ver un vídeo resumen de la fiesta de la vendimia
