Nacido en Mendoza, Argentina, Pedro vivió sus primeros 15 años en la provincia de San Luis. A penas terminó el colegio secundario, se mudó a Buenos Aries. Se inscribió en la facultad de Agronomía. Agronomía solo fue una intención que duró apenas un cuatrimestre. Cambiando drásticamente de rubro, decidió ser cocinero. Su familia no lo podía creer, y hasta él mismo estaba sorprendido con la decisión tomada; solo su abuela cocinaba. Empezó con un curso de cocina mientras trabajaba en un bar del barrio de Congreso. Poco a poco sentía la cocina fue tomándolo, fue entonces cuando decide comenzar sus estudios en The BUE Trainers.
Finalizada la escuela de cocina, hizo sus primera experiencia en La Bourgogne de Punta del Este en un verano intenso y hermoso, de mucho trabajo y mucha exigencia. Luego de esa experiencia, decidió presentarse en Chila con el fin de continuar creciendo en su profesión. Chila fue su gran espacio de crecimiento, donde se inició como pasante, al mes quedó contratado como panadero, y al año estaba en la plaza de carnes.
En 2013 mientras Chila se renovaba íntegramente, Pedro viajó a San Pablo. Trabajó en DOM, el reconocido restaurante de Alex Atala.Volvió a Chila durante dos intensos años, hasta que decidió partir a Europa, con destino final Francia. Su primer contacto con la gastronomía francesa lo hizo en Mirazur, el restó del argentino Mauro Colagreco. Su siguiente destino fue Bélgica, en el restó hotel L´ Air Du Temps; con una inmensa huerta, columna vertebral del restaurante.
Los conocimientos adquiridos le dieron la oportunidad para trabajar con David Toutain en Paris, el restaurante de sus sueños. Allí Pedro sintió a flor de piel la pasión por la cocina, el ritmo estresante , la visión del restaurante como una gran familia. Dormía sólo 4 horas diarias para poder llegar a tiempo al mercado a seleccionar los productos, y vivía con total libertad para cocinar día a día. A esa felicidad se sumó ser seleccionado por San Pellegrino, como unos de los 10 mejores jóvenes chef de Francia 2015.
Fue un año de grandes vivencias y en medio de todas ellas, Pedro es convocado para volver a Chila como Jefe de cocina; la mano derecha de Sole Nardelli. Fuerte experiencia, súper enriquecedora. En Chila tuvo la libertad para crear y hacer, para probar y probarse. Al cabo de un año Pedro buscó diferentes experiencias y viajó a Londres, Italia, Moscú y Copenhague. Hoy Pedro volvió a su casa, es el Chef Ejecutivo de Chila aportando un nuevo estilo al prestigioso restaurante.
Formación, viajes, convocatoria de una de las más altas cocinas nacionales, creatividad plena con el diseño de tres menús degustación que cambia cada mes, apasionado por lo que define su estilo de vida, curioso, admirado y sobre todo con mucho camino por delante tras haber llegado a semejantes logros con tan sólo 27 años.